viernes, 20 de noviembre de 2015

A salvo.

Están las calles rotas.
Los adoquines asoman sus cabezas
de aristas afiladas y provocan
un reguero de heridas en los pies.
Ya no pasea,
procura ejercitarse en blancos folios 
donde se deja el drama y la ternura.
Lejos del pavimento caminero
los signos de rabia que proceden
los acopla al margen de sus miedos.
A salvo, cuando se tercian las mañanas
lascivas, llueve sin prudencia en cada verso.
Algun beso, quizá deja en las comas,
es buen hábitat el papel para los besos,
todo lo que no duela y acomode. 
Hoy le basta la pericia que le otorgan
esos guiñapos de pies que le acompañan.


I.S.M.

4 comentarios:

  1. que bonito, llega a ser hasta suave si uno no repara en los años pasados.

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  2. Precisamente por los años pasados, amigo C.A.R.L, Abrazo de tinta, poeta.

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  3. este poema esta cabal par mipueblo aun de adoquines se llama villa nuea Guatemala Dios te bendiga isabella poeta de aquí y de alla siempre bajo la misma luna y a orillas del gran océano feliz sábado y domingo días de mayor producción de letras isaias reyes Guatemala

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  4. Gracias por tus palabras y muchas bendiciones para ti y los tuyos, tesoro. Cuídate mucho. Abrazote

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