Supo entonces que solo había que encontrar
la forma de canalizar todo aquello,
digerirlo y asumir sin mucho más análisis
que no haría más que confundirle la sesera.
Abrir un agujero pequeño en el jardín
del pecho y enterrarlo.
Allí, donde la negra tierra y la retama,
en el vergel donde se pudre la congoja,
allí donde amarilléa la Ginesta.
I.S.M.
la forma de canalizar todo aquello,
digerirlo y asumir sin mucho más análisis
que no haría más que confundirle la sesera.
Abrir un agujero pequeño en el jardín
del pecho y enterrarlo.
Allí, donde la negra tierra y la retama,
en el vergel donde se pudre la congoja,
allí donde amarilléa la Ginesta.
I.S.M.
pues si,,, mejor dejarlo ALLÍ.
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