Como en un cuadro de amarillos neutros
veo el último rayo de Sol desparramarse
lánguido y mustio,
sobre el rostro naranja de la tarde.
De un dorado mortecino el tono,
de una inapetencia sin piedad, la gana
traza el postrer halo de luz difuminado
y alcanza en ámbar, de pleno, el alma mía.
Aliada irremediable, se funde en la acuarela
del paisaje.
I.S.M.
veo el último rayo de Sol desparramarse
lánguido y mustio,
sobre el rostro naranja de la tarde.
De un dorado mortecino el tono,
de una inapetencia sin piedad, la gana
traza el postrer halo de luz difuminado
y alcanza en ámbar, de pleno, el alma mía.
Aliada irremediable, se funde en la acuarela
del paisaje.
I.S.M.
caminar en esos calros que deja el otoño y ver el rojo del oro vegetal funcionarse con mis pasiones y cvaminar y soñar en aquello de lejos y tan cvedrca de mi pecho con tus letras, cuanto sueño bajo un arbol de fronda aamistad rescostada sobre mi pecho ida de sueños y solo de momentos. de guatemala isaias
ResponderEliminarLindas y sobre todo sinceras tus palabras, amigo mío. Mi gratitud eterna.
ResponderEliminarmuy bonito, sutil y preciso .
ResponderEliminarme ha encantado... ummmm, ahora ya me puedo ir a dormir.
Jejeje, eahhh y yo ya puedo sentirme orgullosa, maestro. Graciasssss.
ResponderEliminarBonita tu alma fundida en esa acuarela de la tarde.
ResponderEliminarBeso blanco hacia la Navidad.
Felices sueños.
Gracias mi querido Miguel. Beso navideño ya.
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