No aprendí a diseccionar los imprevistos
cuando se estremecía el entresuelo.
No conseguí tragarme la saliva
que se hizo nudo entre el pudor y el miedo.
Ni apartar las violetas de las dudas,
ni la fe, de los hurones insidiosos,
ni las dos caras opuestas de la Luna,
ni el aceite, del agua de tus ojos.
No conseguí dividir en hemisferios
las cuatro patas que sostenían tu cama,
ni los versos nominados, de los besos,
ni los Junios ajenos, de las ganas.
Hoy, desde mi soledad a tu destreza,
ahora, que no soy más que lo que toca,
aprendiendo de otoños y torpezas,
sigo intentando solventar tu boca.
I.S.M.
cuando se estremecía el entresuelo.
No conseguí tragarme la saliva
que se hizo nudo entre el pudor y el miedo.
Ni apartar las violetas de las dudas,
ni la fe, de los hurones insidiosos,
ni las dos caras opuestas de la Luna,
ni el aceite, del agua de tus ojos.
No conseguí dividir en hemisferios
las cuatro patas que sostenían tu cama,
ni los versos nominados, de los besos,
ni los Junios ajenos, de las ganas.
Hoy, desde mi soledad a tu destreza,
ahora, que no soy más que lo que toca,
aprendiendo de otoños y torpezas,
sigo intentando solventar tu boca.
I.S.M.
preciosa imagen, acompañando a unas frases bestiales. ... BRAVO!!!!
ResponderEliminarGraciassss, mi estimadísimo poeta. Besote de tinta.
ResponderEliminarBellas letras, bellas emociones...
ResponderEliminarGracias mi queridísima artista. Besos del alma.
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