sábado, 29 de agosto de 2015

No es justo.

No es justo que se cierna la noche sobre el alma 
si un piélago de  olvido superó hasta el enojo.
No es justo que me muerda la nostalgia los ojos 
y que no alcance el verbo para brindar la calma.
No es justo que me manchen los versos en la noche 
que borracha vomita frustraciones calladas.
Como tampoco es justo que alienada me asome 
a un viejo precipicio donde no existe nada.
No es justo, 
que me muera mientras el Sol se pone.

I.S.M.

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