Pasaba por allí como si no pasara,
sumido en sus asuntos, ensimismado.
Demasiada urbe, pensaría.
Pasaba por allí de vez en cuando,
tan rápido, tan rápido y tan ido
que apenas se percató de la mirada.
No reparó en la luz de unas pupilas
que intentaban detener el tiempo.
Y se quedó en la muchedumbre
otro suspiro, huérfano entre las prisas
y la nada.
I.S.M.
sumido en sus asuntos, ensimismado.
Demasiada urbe, pensaría.
Pasaba por allí de vez en cuando,
tan rápido, tan rápido y tan ido
que apenas se percató de la mirada.
No reparó en la luz de unas pupilas
que intentaban detener el tiempo.
Y se quedó en la muchedumbre
otro suspiro, huérfano entre las prisas
y la nada.
I.S.M.
ola buenas noches estoy de visita z qui con tigo y te sujiero leer EL EXTRAJERO libro de Albert camus y serea la completacion de este tu poema
ResponderEliminarBuena recomendación Isaias, ya lo había leído. Complejo el personaje de Meursault con la carga de existencialismo propia de su autor. Pese a no ser de mis escritores favoritos, grande Camus. Gracias amigo. Abrazote de tinta.
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