Cuando llegaron las primeras lluvias
ya se había convertido en su inseguridad favorita.
Le gustaba calcularle a gotas
y encontraba un extraño placer en calibrarle
la humedad del suspiro,
medirle por palabras emitidas
el caudal de desencantos y recuerdos.
Por entonces, su Monzón particular
de profecías.
I.S.M.
ya se había convertido en su inseguridad favorita.
Le gustaba calcularle a gotas
y encontraba un extraño placer en calibrarle
la humedad del suspiro,
medirle por palabras emitidas
el caudal de desencantos y recuerdos.
Por entonces, su Monzón particular
de profecías.
I.S.M.
me has regresado a mi niñez cuando llovia fuerte me gustaba sentarme enel laargocorredor de teja y vigas pinadas de ollin y ver como se forma an coronitas al golpear laa gotas en los charcos y ver como el viento mecían las altas ramas de los cipreses y durasnos y luego los rayos de sol
ResponderEliminarMaravilloso entorno el que has descrito Isaias. Poética a más no poder la naturaleza, amigo. Abrazo.
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