Hay un olvido insepulto en este entramado
natural de sueños, una cuenta pendiente con la tarde, una bombilla encendida en la memoria, una huella de silencio irremediable.
sábado, 19 de diciembre de 2015
Sabía.
Sabía que eras tú, porque tenías ese aroma a romero, por el dolor hecho callo en la retina, porque amar te era extraño. Sabía que eras tu porque traías la muerte de un poema entre las manos. I.S.M.
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