Hay un olvido insepulto en este entramado
natural de sueños, una cuenta pendiente con la tarde, una bombilla encendida en la memoria, una huella de silencio irremediable.
jueves, 22 de octubre de 2015
Al galope, los miedos.
Corrían sin cesar, volaban, Pegassos de tesón y voluntades entre el gentío y la nada. Dentro del pecho la ansiedad perpetua, bajo las raudas patas, apiladas por sueños las escombreras.
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