sábado, 24 de octubre de 2015

Seco de tinta y sueños.

Murió una tarde cálida. 
Murió de versos.
Se le apilaron por doquier
y le cortaron,
a pares, las alas del sombrero,
por lo sano, la urdimbre de los sesos,
la voz de raíz, la memoria,
la fantasía y la sed incontrolable. 
Murió entre ellos. 
Dicen que lo encontraron desangrado,
seco de tinta y sueños.

I.S.M.


4 comentarios:

  1. Precioso poema. Hace tiempo que no te leo y me encanta reencontrarme contigo. Un beso, un amigo , Juan José Pina. Buscame, no me eches en olvido. Besos.

    ResponderEliminar
  2. Todo un placer el reencuentro, Juan José. El honor es mío y es imposible echar en el olvido a los buenos amigos y poetas tan grandes cómo tú. Te encontraré. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Precioso poema paisana, es un placer leer todos tus poemas, cuidate,besitos

    ResponderEliminar
  4. Más para ti, mi querida Cruz, gracias, guapísima.

    ResponderEliminar