Hay un olvido insepulto en este entramado
natural de sueños, una cuenta pendiente con la tarde, una bombilla encendida en la memoria, una huella de silencio irremediable.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Me alejo de la Costa.
Me alejo de la Costa y sus mortales azules. Atrás, el vaivén de su marea, los versos de salitre y tantas cosas. El piélago a mi espalda, busco el firme, respirar de la negra y dura tierra el aroma eucalíptico sin prosa. Hoy me dejo las alas en los riscos, azules de tus Costas.
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